
Los orígenes y el nombre de la villa
Que en el actual casco urbano de San Martín de Trevejo, o en los alrededores, hubo asentamientos prehistóricos, romanos y musulmanes, es un hecho probado por los numerosos testimonios arqueológicos y arquitectónicos encontrados. Pero debió ser en la segunda mitad del siglo IX cuando se constituyó en un núcleo de población de cierta importancia al ser reconstruida y fortificada por los árabes.
El rey astur-leonés Ordoño I, en el año 860, en una invasión guerrera llega hasta Coria, saqueándola antes de retirarse. Aquella expedición cristiana alarmó a la población de toda la zona y reconstruyeron viejos castros y otros asentamientos humanos, levantando plazas fuertes, castillos y atalayas desde Zarza la Mayor hasta Cadalso, formando un arco defensivo. Castillos y plazas que tuvieron su origen en esas fechas son, según Gervasio Velo y Nieto, las siguientes: «Por ejemplo, Racha Rachel (Peñafiel), Bernardo, Benavente, Eljas, San Martín de Trevejo, Trevejo, Almenara, San Juan de Mascora (Santibáñez), Milana, Atalaya (Pelayo Vellido) y Xerit».
Por ello, además del castillo de Eljas y la desaparecida plaza fuerte de Salvaleón en el término de Valverde del Fresno, también San Martín de Trevejo se constituyó como importante núcleo de población a finales del siglo IX, siendo amurallado y fortificado por los beréberes. Testimonios del pasado musulmán y de la condición de plaza fuerte de la villa mañega son los nombres del casco urbano que aún perduran, como «О Pilóm do Chafaril», «Avinda do Chafaril», «A Ronda da Muralha», «O Forti», «A Entrâ do Forti», etc.; así como restos de la muralla que aún se pueden ver a flor de tierra y que la torre del campanario se construyese en el siglo XVI sobre una primitiva fortaleza. En este sentido, también el profesor universitario, Florencio-Javier García Mogollón, afirma que cuando este territorio fue conquistado en el siglo XII por el reino de León, en San Martín de Trevejo ya existía «una pequeña aldea árabe, defendida por el castillo de Merim, al otro lado de la serranía, y por los de Eljas y Trevejo»,
El nombre de San Martín de Trevejo
El nombre actual por el que es conocida esta villa, lo tomó del santo francés San Martín de Tours, que vivió en el siglo IV, entre los años 316 y 399. Este santo gozó de
gran devoción en la Edad Media, y fue el predilecto de las órdenes militares del Temple y del Hospital de San Juan de Jerusalén. Los Templarios pusieron el nombre del santo francés a muchos lugares que estuvieron bajo su dominio en toda la península. Lo mismo cabe decir de los Hospitalarios, que también propagaron el culto al obispo San Martín de Tours.
Y como en el año 1184, el rey Fernando II de León, tras conquistar el castillo de Trevejo entrega estos territorios al Hospital de San Juan de Jerusalén, cabe deducir que
sería esta orden militar la que bautizaría el núcleo de población ya existente con el nombre de ‘San Martín’. Respecto al apellido del pueblo, ‘Trevejo’, la cosa parece estar clara: lo adquirió al crear los Hospitalarios la Encomienda de Trevejo, que comprendía el territorio de los actuales municipios de San Martín de Trevejo, Villamiel y Villasrrubias (provincia de Salamanca), el último tan sólo hasta el siglo XVI. Estableciéndose desde el principio en San Martín la sede administrativa y religiosa de la Encomienda, así como la residencia de los Comendadores cuyo palacio está en la Plaza Mayor.
Algunos estudiosos y amigos de la villa mañega, han llegado incluso a fijar la fecha de su bautizo con el nombre de San Martín de Trevejo: el año 1230; pues afirman que en dicho año fue concedido el fuero de San Martín de Trevejo… Pero la anterior afirmación es una mera especulación carente de todo rigor histórico, ya que no se tiene constancia documental de que haya existido el referido fuero. En cambio sí está probado que la vecina y desaparecida villa de Salvaleón, dispuso de fuero (copia exacta del de Coria) concedido por el rey Alfonso IX de León.
Por otro lado, algunos vecinos hablan de que la denominación anterior del actual nombre fue «San Martín dos Vinhus», basándose en rumores que vienen del pasado… Incluso, algún que otro estudioso, para apoyar tal denominación ha pretendido ver referencias bibliográficas en Torres Naharro (1516) que relata la existencia de un «San Martín de los Vinos», famoso por los caldos que producía; y también en un mapa de la península del siglo XVII donde aparece un lugar con el nombre portugués de «S. Martinho dos Vinhos» en el área geográfica de Coria. Pero dichas referencias son confusas y ambiguas, ya que en el relato de Torres Naharro no se especifica la región o territorio donde se encontraba el «San Martín» de marras y localidades con dicho nombre han existido, y existen, muchas a lo largo y ancho de nuestra península; y la referencia cartográfica del lugar escrito en portugués tampoco es fiable ya que por su localización en el mapa se podía corresponder con el «São Martinho» de Castelo Branco, conocido entre otras cosas por ser un importante yacimiento arqueológico.
Además con varios siglos de antelación a las referencias señaladas, esta población ya aparecía con el nombre de ‘San Martín de Trebejo’. Así está escrito desde el siglo XIV, en las Crónicas de la Orden del Hospital y de la de Alcántara; también en otros documentos históricos como en el «Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla del S. XVI. Año 1530», y en la carta del rey Enrique IV de Castilla que aquí se reproduce: «Frey Diego Bernal, que tiene la fortaleza de San Martín de Trebejo» (año 1465).
Por ello el nombre histórico y oficial de esta villa, desde el siglo XIII, desde su conquista por el reino de León, siempre ha sido el de San Martín de Trevejo. La denominación de «San Martín dos Vinhus», si es que alguna vez fue conocida por este nombre la villa, debe ser considerado en todo caso como un apodo o una anécdota; como expresión informal y festiva del orgullo que sienten los mañegos por los vinos que se hacen en su tierra.
Y para terminar este apartado, dar a conocer a los lectores que diversos datos parecen apuntar que en San Martín de Trevejo existió una comunidad judía de cierta importancia. Por un lado son varios autores los que citan a la «aljama» judía de San Martín como una de las que contribuyó económicamente para la campaña militar de los Reyes Católicos sobre Granada y otros como Miguel Rodríguez Sánchez afirman: «Otras fuentes, inquisitoriales, de Ordenes Militares y señoríos citan aljamas con núcleos de población judía más pequeños en San Martín de Trevejo, Belvís, Casar de Palomero, Garrovillas, Valencia de Alcántara…» (Historia de Extremadura, Tomo III, Universitas, Badajoz, 1985).
Tal vez de la presencia judía heredó San Martín de Trevejo el espíritu comercial y artesanal que distinguió a esta villa hasta finales del siglo XIX. Aún quedan ecos en la
memoria histórica de la población acerca de la existencia de la «aljama, escuchándose entre los mañegos que los judíos del pueblo huyeron a la «Serra da Estrela» tras la expulsión decretada por los Reyes Católicos. Incluso pueden ser de origen judío los dintele de algunas viviendas grabados con temas gremiales y también las cruces que aparecen en las jambas de muchas casas del casco antiguo; dice la tradición oral que las ponían la Inquisición y autoridades eclesiásticas para señalar que quienes allí vivían eran sospechosos de practicar la brujería o que eran judíos.